MANIFIESTO Estudiantes de la FAU


Los estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (FAU), pertenecientes a las carreras de Arquitectura, Diseño y Geografía, hemos sostenido un intenso proceso de movilización en el cual hemos discutido y acordado lo siguiente:

En Chile, la educación –y en particular la ESUP (educación superior)- ha sufrido un proceso de privatización que comienza en la Dictadura Militar, que ha sido continuado durante los gobiernos de la Concertación y que se pretende profundizar en los proyectos de la actual agenda ministerial. Si hoy en día la educación pública ya se ve menospreciada, esta agenda ministerial pretende eliminar las fronteras de lo público y lo privado. Esto demuestra que en Chile los poderes hegemónicos no están reconociendo el valor de lo público, siendo que éste es vital para construir entre todos la sociedad que queremos vivir. Como estudiantes sabemos qué significa “dejar en manos de privados” la educación, y por lo mismo presentamos nuestro enérgico rechazo a la Agenda privatizadora de la educación superior y exigimos que este gobierno no siga elaborando políticas sin escuchar las voces de una sociedad que se ha venido manifestando públicamente por la educación. No podemos tolerar la arrogancia de estos gobiernos “democráticos” que no atienden a las necesidades de su pueblo y no escuchan a los estudiantes, profesores, académicos y funcionarios que están viviendo en carne propia el desmoronamiento de la educación chilena.

Si bien nuestra demanda más concreta y coyuntural es el rechazo absoluto de la agenda ministerial, creemos necesario aclarar las demandas específicas que sustentan nuestro rechazo a lo anterior:


  • En primera instancia, creemos que la educación superior no puede seguir siendo planteada como un mecanismo de “movilidad social” en donde el estudio es una inversión privada. La educación superior, y en particular la universidad, no puede ser la única alternativa para una vida digna. Debe plantearse la ESUP desde la necesidad que tenemos de fortalecer los conocimientos y el aprendizaje de nuestra sociedad y para nuestra sociedad, transformándose en una inversión pública para lo público. Quien entra a la ESUP debe poner a plena disposición sus conocimientos y habilidades aprehendidas, y no acumular su propio capital humano. Sólo así puede exigírsele a la sociedad, mediante el Estado, que financie la ESUP.


  • Al respecto, cuando planteamos la necesidad de fortalecer y ampliar un sistema de educación de carácter público, lo entendemos bajo la necesidad de fortalecer y ampliar la generación de espacios públicos para el libre y equitativo desarrollo del conocimiento y de la ciudadanía. En este sentido el “carácter público” de las instituciones no se remite necesariamente a la propiedad Estatal, sino más bien al empoderamiento de la sociedad en el desarrollo de ésta, el cual se asegura cuando las instituciones: son democráticas tanto en su funcionamiento como en su definición estratégica e institucional; son pluralistas; son abiertas a la sociedad; generan conocimiento público al servicio de las necesidades del conjunto de la sociedad; no tengan motivaciones lucrativas, y sobretodo; preserven su autonomía institucional. Sólo las que cumplan o aspiren a cumplir con éstas características mínimas puede denominarse una institución de educación superior pública.


  • Considerando que la sociedad no sólo necesita profesionales sino también técnicos y técnicos-profesionales, la educación superior de carácter público debe contemplar la cobertura de Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales. No podemos aceptar que éstos sigan estando exclusivamente en manos de privados.


  • Respecto al ‘financiamiento a la oferta’ –a las instituciones de la ESUP-, sostenemos que la ESUP pública debe contar con aportes basales de libre disposición que vayan en progresivo aumento, propendiendo a la gratuidad para los estudiantes. Esto se plantea para solventar las necesidades de la ESUP pública sin financiamiento privado, y bajo el criterio de asegurar la autonomía institucional. Con esto rechazamos firmemente los convenios de desempeño y cualquier mecanismo que opere en la lógica de intervención a las instituciones públicas. En referencia al financiamiento que actualmente se aplica, sostenemos que debe eliminarse el AFI puesto que fomenta la elitización de las universidades y financia instituciones privadas que tienen fines de lucro.


  • En cuanto al ‘financiamiento a la demanda’ –a los estudiantes de la ESUP-, rechazamos la lógica de endeudamiento del sistema crediticio, y apostamos a un sistema mixto de becas y pago con arancel diferenciado. El criterio para impulsar este sistema es la capacidad de pago de los estudiantes, ante lo cual la oferta de becas solvente aquello que no pueden cubrir los estudiantes con su capacidad actual de pago.


  • Exigimos el fin a la PSU como mecanismo de selección universitaria, ya que, al medir conocimientos que son puestos a disposición de manera desigual, consolida las diferencias socio-económica en el país. Esto indica que no puede entenderse el problema de la ESUP sino considerando el sistema educacional chileno en su integridad. Sin embargo, creemos que pueden presentarse otras opciones al sistema de selección universitaria, como programas de bachillerato, sistemas estandarizados de medición de habilidades –no de conocimientos adquiridos-, en complemento de medidas de selección particulares para cada institución de la ESUP.


  • Por otra parte, la cobertura de la ESUP debe atender a criterios demográficos y territoriales, apuntando a un desarrollo descentralizado y desconcentrado de la sociedad. La distribución de la educación pública de calidad es un factor que debe considerarse para propender a la equidad en la educación. No puede permitirse que los estudiantes migren hacia zonas metropolitanas para acceder a ESUP pública de calidad. En este sentido, la ESUP debe ser entendida como motor de un desarrollo descentralizado que aporte con conocimiento público a los diferentes territorios del país.

Coherente a lo anterior, los estudiantes que suscribimos a este manifiesto mostramos nuestro descontento y proponemos algunas alternativas para discutir abiertamente en torno a la Educación Superior. Está de más decir que no apelamos a las buenas intenciones de este gobierno sino al pronunciamiento de la sociedad chilena y sus pueblos, ya que la transformación social no proviene de la hegemonía sino de la voluntad irrenunciable de las fuerzas sociales.



Se despiden fraternalmente,
Estudiantes de la FAU